Diario de un llorica

El tiempo pasaba.
Las semanas volaban.
La hora se acercaba.
Las tropas que en antaño fueron usadas volvieron de los fondos del armario.
Que tiempos aquellos.
Donde el sol brillaba.
Ahora en la penumbra nuestros cuerpos se amontonaban.
El sudor empezaba a caer.
La tensión a respirarse.
La hora se terminaba.
La hora del torneo empezaba.
Nunca mejor dicho, un genocidio.
Amigos de otro tiempo, ahora enemigos por un bien.
El tiempo paso y los humanos se alzaron entre la chatarra enemiga, extensa, humeante.
Pero el mal tiempo llego.
Desde la segunda posición, altos esbeltos, orgullosos, lejanos.
Nos violaron.
Éramos muchos.
Bien blindados.
Pero nos torearon.
Sus escudos desde paramos lejanos nos achatarraban los blindados.
Paso el tiempo.
Inmutable.
Inmortal.
El enemigo nos doblego.
Y no contento con eso.
Otro alienígena apareció.
El bien común promulgaba.
De lista de pocos amigos me calificaba.
Pegado al borde se quedaba.
Y al tercer turno ya apenas humano en pie quedaba.
Orgulloso el imperio se fue, hundido, descontento, pero con la lección aprendida.

Lt.Segismundo, memoria del  torneo celebrado el dia 20 en Goblin Trader.