Ya estoy por aquí

Querida masa seguidora del Gordo Xenos:

Por fin he conseguido entrar en el selecto grupo de escritores del blog, así que voy a aprovechar la oportunidad para presentarme (sí, siento desilusionaros, esta entrada es otra presentación).

Me llamo Diego y soy un noob veterano en esto del “cuarentaka”. Me explico. Comencé en esto del warhammer allá por la 2ª edición. Sí amigos, aquella caja en la que venían 20 marines, un trozo de cartón con la foto de un dreadnought y chorrocientos orkos y gretchins clónicos del clan Goff.

Por aquellos tiempos yo era joven e inexperto (un niño para ser exactos) y no tenía gente alrededor con la que jugar. Intentaba engañar a mis amigos de toda la vida pero no les hacía mucha gracia. En mi barrio (Usera) contábamos con dos tiendas, Fénix, que desapareció demasiado pronto y Metrópolis, que aunque era donde compraba las minis, siempre estuvo más volcada a Magic, Pokemon y juegos de rol. El resultado, un ejército que poco a poco iba creciendo pero que no tenía contra quién luchar.

Parecía que mi sitio en el hobby estaba más junto a los pinceles y los libros. Descubrí el gran codex de Ángeles de Muerte y me enamoré de la primera legión, los hijos de Lion. Estaba enganchado a su trasfondo y fui reconvirtiendo mis marines en Ángeles Oscuros. Con ellos pude echar sólo tres o cuatro partidas y mi primer torneo, organizado por la asociación de alumnos de mi colegio. Aunque acababa de salir la 3ª edición nosotros seguíamos aferrados a Milenio Siniestro.

Eso fue todo lo que conseguí jugar. El cambio de edición y grandísimo cambio de reglas que supuso, la dificultad para hacerse con todos los codex que iban surgiendo, (no existía la facilidad para conseguir copias de seguridad por la red como hoy en día), y la falta de un círculo en el que jugar, hizo que poco a poco fuese alejándome del hobby. Si bien seguía interesándome, prefería invertir mis recursos en otras cosas.

Después de largo tiempo desconectado completamente, abrieron Assault Games (posteriormente GTS Madrid) en el barrio. Entré y encontré a gente muy maja que hizo que me picase el gusanillo y volviese a interesarme por el hobby. Se presentaba ante mí todo aquello que de pequeñajo no había tenido, un sitio donde jugar, gente dispuesta a batallar y recursos para costearme el capricho (esto es peor que la “droja”). Además llegaba en el momento justo, sólo tenía que esperar un poquito para que llegase sexta edición y ,con ella, la caja de inicio de mis amados Ángeles Oscuros. Era una señal.

Desenpolvé mis viejas minis, repinté alguna que otra y en unos meses ya estaba metido en el ajo. El conocer a mis colegas de blog ha tenido mucho que ver para coger todo esto con tantas ganas.

Os dejo con alguno de los peces gordos que tengo pintados de mi ejército, incluído a mi amado Ezequiel. Prometo hacer alguna entrada enseñando más de mi orgulloso ejército.