La magia de Infinity

                Muy buenas chumachos!! En esta nueva entrada voy a tratar de reflejar lo ocurrido en una de las últimas partidas que he jugado a Infinity contra nuestro querido Olmo. Pero no será un informe, tan solo describiré unos escasos 10 minutos de toda la partida, una acción tan solo, ni si quiera un turno. Y no hablaré de tiradas de dados, de blindajes ni nada por el estilo. Lo relataré de forma cinemática y epica, todo con la intención de llevar a vuestras mentes LA MAGIA DE INFINITY!!!  Dicho esto, espero que os mole.

                 La orden apareció de repente en su mente, ningún superior de campo ni ningún oficial situado en la orbita exterior del planeta contactó con él, la orden sencillamente surgió. Fué como si siempre hubiera estado alli, esperando en los recovecos de su mente a aparecer en el momento indicado. Esto no le pilló de sorpresa por su puesto, no era precisamente su primera campaña, de modo que sin ningún atisbo de duda se dispuso a cumplir su misión.


                 Notó sus músculos quejarse por la actividad repentina cuando abandonó la cobertura saltando el murete de piedra que había estado usando como escondrijo. Avanzó corriendo lo más que pudo, su misión le enviaba justo tras las lineas enemigas y debía realizarla con rapidez, la Inteligencia Evolucionada se lo ordenó asi. 

                  Dejó atrás los altos contenedores de agua que le habían cubierto en su carrera para atravesar unos diez metros de terreno sin ninguna cobertura. Esto no era ningún inconveniente, la tecnología que la Inteligencia Evolucionada le había otorgado le hacía vitualmente invisible mediante proyectores y reflectores de camuflaje holográfico. De modo que continuó su carrerra hacia la siguiente cobertura, que le dejaría ya en zona enemiga. La explosión de aquel misíl fue toda una sorpresa.

                 Ya casi había cubierto esos diez metros cuando un pequeño misil estalló contra la pared del edificio que le iba a servir de cobertura. se formó una pequeña nube de polvo y escombros justo frente a él, pero siguió corriendo, su misión era su único objetivo. Llegó aún con vida para taparse tras el edificio. Su camuflaje colapsó en ese momento mostrando su verdadero aspecto, algún escombro debía haber salido disparado hacia él y dañado su traje.

                  Sintió una terrible punzada de dolor atravesandole el costado mientras se giraba buscando daños en su equipo. Un cascote afilado se encontraba alojado en sus costillas, probablemente atravesando su pulmón. Instantaneamente activó los dispensadores de adrenalina y otras drogas instalados en su traje y el dolor desapareció, dejando paso a un alocado ritmo cardíaco. De un tirón arrancó el cascote de su cuerpo y se dispuso a continuar con su misión, la Inteligencia Evolucionada se lo ordenaba.

                  Al asomarse por la esquina del edificio  se encontró con el primero de sus objetivos con una mano en el lateral de su casco, hablando por radio. Le miró desde los visores de su armadura, ahora sin su camuflaje era perfectamente visible, y comenzó a gritar algo mientras agarraba su rifle. No fué lo suficiente mente rápido. Le bastaron un par de ráfagas para atravesar la armadura de aquel samurai y dejarlo fuera de combate. Volvió a cubrirse en la esquina cuando le dió un repentino ataque de tos.

                 La tos salpicó el suelo delante de él de sangre y fue seguida de un pequeño vómito sanguinolento que le confirmó lo que más temía. No parecía quedarle mucho tiempo, y su misión aun no había finalizado.Con la vista nublada por la perdida de sangre, la respiración entrecortada y el corazón apunto de estallar se asomó de nuevo por la esquina. Un segundo samurai había surgido tras su moribundo compañero y se disponía a dispararle. Ambos se dispararon, pero una vez más consiguió sobrepasar a su contrincante, la experiencia es un grado. La cabeza del samurai estalló cuando dos de sus proyectiles chocaron contra ella.

                  Un nuevo vómito le hizo caer al suelo, este era el final. Cerró los ojos y se dejó llevar mientras su sangre formaba un charco a su alrededor, su objetivo había sido cumplido, "distraer y eliminar a la élite enemiga"