¿Qué medidas tomaría si estuviera al timón de Games Workshop?

¡Make al habla!

Como bien reza el título de esta entrada, voy a echar volar mi imaginación y plasmar todas aquellas medidas que considero que beneficiarían a Games Workshop y a su comunidad. Creo que el carácter subjetivo es más que claro, además de que no pretendo que mis deseos se hagan realidad tras su publicación, pero considero que su enumeración y análisis son la guinda perfecta para la crítica que tantos y tantos jugadores llevamos años haciendo sobre su política moderna.

La mítica imagen del directivo calvorota de GW no podía faltar.

El número de detractores de Games Workshop ha aumentado en los últimos años de manera nunca antes vista. ¿Cómo se ha llegado a este punto? Son incontables las decisiones que han tomado y que han situado a sus juegos en este rumbo decadente, exceptuando Warhammer Fantasy, cuyas reglas actuales han pasado a estar en manos de los propios jugadores (¿por qué no sucede en 40k? Tengo mis teorías al respecto y las comentaré en un futuro no muy lejano...). A bote pronto se me ocurren varios desatinos: aumento de precios, cambio de filosofía en las tiendas, mutación de la web en una simple tienda, trabas a las tiendas independientes, testeo casi nulo en reglamentos y libros de ejército, enfoque de las reglas de las novedades con un fin puramente comercial, cambio en la estética tradicional y trasfondo de facciones enteras,... De este modo todas aquellas críticas que ya existían allá por cuarta y quinta edición son baladíes en comparación, y la mejor muestra de ello la encontramos al comparar la salud de la comunidad de entonces con la de hoy en día. Sin más preámbulos me dispongo a comenzar mi lista con todas las decisiones que tomaría si fuera bendecido con un puesto importante en la empresa y si contase con la confianza total de los accionistas. Vuela, imaginación, vuela alto...

1 – Cambio de filosofía en tiendas, revista y página web.

Tengo dulces recuerdos de cuando acudíamos los sábados con poco más de 13 años a la extinta tienda de Games Workshop de calle Princesa a zambullirnos de cabeza en el hobby. En la tienda podíamos pintar, jugar, recibir tutoriales de juego y pintura, consultar reglas, conocer gente y, en definitiva, empaparnos hasta el fondo en todo ese mundo. La propia tienda estaba acondicionada para ello, con sus mesas de pintura y con unos dependientes implicados con la labor de enseñar. No quiero decir que los dependientes de Games Workshop no lo hagan ahora (en verdad no lo sé ya que hace tiempo que no piso una), pero en las últimas visitas a una tienda oficial siempre me he sentido como un cliente y no como un friki más de las miniaturas, tal y como me ocurría antes y como me ocurre ahora yendo a tiendas independientes. Mis padres me recuerdan con frecuencia el momento que volví por primera vez de calle Princesa ya que estaba excitado por lo que había visto, lo que me habían enseñado y la gente que había conocido. ¿Por qué ha cambiado todo eso?

La propia web de la empresa y la revista oficial (antaño White Dwarf, ahora podemos encontrar su paralelo en las diversas publicaciones online que han ido sacando estos dos años) también han sufrido este cambio de filosofía. De ser dos riquísimas fuentes de recursos con reglas, juegos alternativos y trasfondo han pasado a ser descarados catálogos. Gran parte de culpa de mi afición a Warhammer 40k la tiene esa gran web en la que podía informarme de absolutamente todo, así como esa fantástica fuente de ilusión que era antaño la White Dwarf. Respecto a esta última, no puedo dejar de acordarme de cómo devorábamos cada una de las secciones, ya sea por el trasfondo, los minijuegos varios y las reglas extras que se encontraban en su interior. Ya no existe nada de eso, o al menos no de la manera en la que estaba presente antes. Ahora han vuelto a sacar una versión papel de White Dwarf en inglés. Habrá que ver de qué manera lo han hecho, si bien no tengo demasiadas esperanzas...

No soy un entendido en el tema, pero considero que si tú vendes un producto y haces lo posible para captar gente que lo consuma y motivar a aquellos que ya lo hacen, las ventas tendrían que aumentar, y más en el ámbito del coleccionismo. Tener al cliente contento y realizar eventos motivantes en las tiendas impulsa a éste a comprar y confiar en la empresa. Entiendo que Games Workshop es una empresa, y que como tal van a prestar especial atención a obtener beneficio, pero nunca he entendido del todo su táctica. ¿Acaso iban mal sus cuentas antes del cambio de política hace ya unos cuantos años atrás? Según tengo entendido por multitud de entradas en varios blogs diferentes, Games Workshop no atraviesa su mejor época. Imagino que la toma de decisiones importantes de este tipo estará respaldada por los cálculos de economistas y/o gestores varios al servicio de la empresa, pero los resultados no me parecen que estén siendo los esperados. Y el peor problema es que el que sale perdiendo es el propio jugador, que endemonia a la empresa por su pésimo trato y nefasta manera de llevar la situación, y a todos aquellos chavales jóvenes que podrían iniciarse en el hobby tal y como nos ha pasado a tantos si encontrasen en las tiendas oficiales y en la página web un sitio en el que ser debidamente orientados y enseñados en el arte de gastar (gana la empresa) y de disfrutar, ser motivados y sentirse cómodos (ganan los nuevos jugadores).

Tienda de GW en Septiembre del 2016... ¡que no! XD

2 – Cuidado en la redacción de reglamentos y libros varios.

La PRINCIPAL causa por la que los jugadores están más divididos que nunca en la historia del juego es la inutilidad de Games Workshop por realizar Codex y reglamentos de calidad. Se habla mucho, si bien no he encontrado una fuente fiable al 100%, de que el testeo es casi nulo. Si haces un juego plagados de desequilibrios, reglas absurdas y patadas a un trasfondo de calidad que te ha costado años en construir, lo normal es que una gran parte de jugadores estén descontentos. Centrándonos en Warhammer 40k, hay gente que sigue disfrutando del juego a día de hoy, pero a la vista está en el descenso de torneos, cantidad de participantes en éstos y ocupación de mesas en tiendas de que la situación no tiene nada que ver. Esto no quiere decir, como bien sabemos todos los que llevamos cierto tiempo en el hobby, que en ediciones anteriores la situación fuese idílica. Todo lo contrario. Los desequilibrios vienen desde mucho más atrás en el tiempo, y dentro de lo que cabe es entendible dentro de un juego tan profundo y con tantas posibilidades, unidades y reglas.

El gran problema es que se ha llegado al punto en el que muchos jugadores sentimos que el abandono es total. Mediante otras muchas medidas en el pasado Games Workshop ha demostrado que la principal función en las actualizaciones es vender, lo cual es entendible, pero el problema actual es el cómo lo hace: sin medidas para motivar a los jugadores y enganchar a los nuevos (punto 1) y llevando al límite los desequilibrios y los desajustes de puntos (esto último provocado por el fétido desinterés en la tarea de crear un juego verdaderamente divertido para la mayoría de coleccionistas). Considero que con contratar a unos testeadores y redactores de reglas extras relativamente amplio impulsarían el negocio a través de la reincorporación de los jugadores que hemos dejado de jugar (y por tanto de gastar) y facilitarían la entrada de jugadores que se verían atraídos por el buen ambiente de una comunidad “sana” y contenta, muy alejada de la que tenemos hoy en día. Dicho de otro modo, creo que una acertada inversión en capital humano proporcionaría el beneficio suficiente para mantener económicamente ese aumento de plantilla y a su vez tener contentos a los accionistas, y a largo plazo hacer crecer a la empresa manteniendo el rumbo. Al igual que en el punto 1, considero que ganaríamos jugadores y empresa por igual.

3 - Aprovechamiento de los recursos disponibles.

Este punto tiene viene referido a dos realidades: trasfondo y juegos. Voy a empezar por la primera, que es la que más me duele. Los universos creados por Games Workshop tienen una profundidad exagerada gracias a los años y años de desarrollo de sus juegos, la gran cantidad de novelas y el mar de relatos e información de tantas y tantas actualizaciones de reglas y libros de ejército. Tampoco podemos olvidar la importante labor de los videojuegos y de las campañas, que han añadido más y más información a sus mundos. Sin embargo, parece como que la empresa no sabe o no quiere aprovechar debidamente este punto. ¿En qué me baso? En que se me ocurren (al igual que probablemente a casi todos vosotros) montones de lanzamientos con los que podrían mantener a sus clientes ilusionados. Por ejemplo, en Warhammer 40k, se me ocurren suplementos y suplementos de legiones y capítulos importantes, mundos astronaves históricos o regimientos de la Guardia Imperial populares, con los que, siempre y cuando se lleve a cabo una decente realización (punto 2), los coleccionistas de toda la vida volveríamos a gastarnos lo que antes nos gastábamos, y los nuevos encontrarían una riqueza inigualable en un wargame, y todo ello, de nuevo, desembocaría en beneficios, beneficios y beneficios (o así al menos lo considero). Además, este punto no sólo es aplicable a los suplementos, y podría también expandirse a campañas y novelas de calidad, ni probablemente sólo a Warhammer 40k.

Por otro lado, también existe una riqueza en juegos. Games Workshop ha abandonado su juego más célebre y parece estar en proceso de hacer lo mismo con Warhammer 40k. A su vez, cuenta con la licencia de El Hobbit y El Señor de los Anillos, ambas muy mal aprovechadas por unas reglas más que mejorables y lo que yo considero que es una mala campaña de promoción. Además, y esto es lo que más hondo me llega, cuenta con extintos juegos de especialista más que atractivos. Si adecentasen sus juegos principales (¿incluyendo Age of Sigmar?), diesen un fuerte lavado de cara a sus juegos sobre el universo de Tolkien y actualizasen los juegos de especialista más populares, no tendría duda del éxito que cosecharía la empresa. Sé que de todos los puntos que he mencionado éste es el más complicado por el tiempo y recursos que habría que dedicar y los riesgos que supondría, si bien estoy convencido que poco a poco dando los pasos convenientes podríamos vivir vendedores, empresa y clientes una auténtica época dorada.

Si renovasen Gothic el sueldo de muchos acabaría en GW... ¡Y lo sabes!

En fin, es hora de volver a la dura realidad para encontrarnos la desoladora estampa en la que se encuentra Warhammer 40k, que es el juego al que tantas horas y horas he dedicado y que tantos grandes momentos e ilusiones me ha proporcionado. Las previsiones, todas ellas basadas en las últimas decisiones tomadas por Games Workshop, no auguran cambios significativos, y todas ellas están alejadas de la irrealidad que me he permitido dibujar antes. Ahora quiero que sea vuestro turno para que en los comentarios me dejéis todas aquellas medidas que tomaríais vosotros si estuvíeseis en tan utópico lugar. ¿Cuál sería el camino en el que saliésemos ganando todos? ¿Cómo se podría mejorar la situación de la comunidad? ¿A qué huelen las nubes?

Que arda la galaxia... ¡y todos aquellos que estén tomando tan nefastas decisiones respecto al juego! XD